- Seferine, ha empezado diciembre y con esas charrascas es imposible ver la película… acá todo ese ruido se escucha muy nítido
- Disfrútalo entonces, tú que amas la alta fidelidad
- No, en serio. Cambiemos la película entonces
- Y qué tiene que ver la película con que en Girardota se tiren Maizena todo diciembre. Peckinpah no tiene la culpa.
- Veamos entonces una de zombies
- A vos no te gustan los zombies y además eso no disminuirá el ruido
- Pero al menos me dará sueño y a ti te darán ganas de comerme
- …
- Mi cerebro Seferine, mi cerebro. Tú bien sabes que los zombies no piensan en sexo
El último hombre es el primero en enterarse de que la humanidad ha llegado a su fin...el cine lo pone en evidencia y es evidencia misma de ello.
lunes, 1 de diciembre de 2008
Conversaciones con Seferine
- ¿Nunca te has preguntado cuál es la película que más te ha gustado en tu vida, Seferine?
- No, casi todas tienen algo que le queda a uno… excepto La ministra inmoral, por supuesto
- No, casi todas tienen algo que le queda a uno… excepto La ministra inmoral, por supuesto
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Seferine ama el cine, por él muere y vive, recae y renace. En él se concentra lo que la vida esconde y no ofrece, al menos no siempre y no ahora. Bueno, eso dice ella y yo le creo porque entonces a quién sino a mí mismo. Porque ambos somos uno. Yo doy todo por ella y entre dialogo y dialogo me doy cuenta cada vez más de que somos muy diferentes pues los ideales no siempre son como uno los idealiza.